de Unidad Venezuela de admin
A la preocupación de los factores políticos y sociales de la Unidad por el planteamiento de una “guerrilla comunicacional” asumida por nóveles estudiantes de educación media, se suma la de los madres, padres, representantes y maestros. Consideran inapropiada su denominación y más leña para el vivo fuego de la violencia. Por otra parte, recuerdan que en el mundo educativo hay tareas más urgentes que resolver.
UNIDAD VENEZUELA.- Un sinnúmero de sensaciones e imágenes vinieron a la mente de muchos venezolanos, particularmente quienes son madres y padres, cuando el pasado lunes 12 de abril vieron a 75 liceístas de tres unidades educativas caraqueñas, ataviados de franelas rojas y chaquetas verde oliva, alzando su mano derecha (o izquierda) para formar parte de los llamados “Comandos de Guerrilla Comunicacional”, con los cuales el Ejecutivo nacional busca, según refirió a medios oficiales la Jefa de Gobierno del Distrito Capital, Jacqueline Faría, “sembrar en los jóvenes la curiosidad de la nueva comunicación”. Sin embargo, expresiones a favor de la revolución y en contra de los medios privados es lo que redunda en los primeros grafiti que en el centro de la ciudad realizaron los nuevos “guerrilleros comunicacionales”.
“Sin duda la connotación guerrerista en un país signado por la violencia y la inseguridad ciudadana es lo que más preocupa”, expresa la coordinadora de la Red de Padres y Representantes, Lila Vega. “Estamos de acuerdo en que debe promoverse un pensamiento crítico entre los muchachos, pero según los valores de la democracia y en un ánimo constructivo. Esto es distinto. Aquí se habla de enemigos, de infiltrados, y con ello se está incitando al odio, cuestión por demás prohibida en la Ley que ellos mismos aprobaron inconsultamente”, argumenta esta madre. Y agrega: “Lamentamos que tenga en ese sentido también un carácter propagandista, al servicio de un proyecto político en particular”.
Lo inapropiado del término “guerrilla” es también para Oscar Castellanos, miembro de la comunidad de padres y representantes de la Unidad Educativa Nacional República de Bolivia, el punto negativo de esta propuesta. Aunque a su juicio la creación de estos comandos puede impulsar la participación de los estudiantes en la realidad de su escuela y su comunidad, Castellanos considera que el enfoque antes que bélico “debe ser más social y llamar a la unidad entre todos para resolver nuestros problemas”, aduce.
Precisamente la relación de este programa que involucra a niños y adolescentes con un recrudecimiento de la violencia es lo que han señalado, más allá de su ilegalidad, distintos voceros de la Unidad durante esta semana, tras el anuncio hecho por el Ejecutivo y el acto de juramentación, en el que participaron el ministro de Educación, Héctor Navarro, y la recién designada ministra de Comunicación e Información, Tania Díaz.
José Luis Farías, coordinador de la Mesa de Educación, lo inscribía dentro de un “plan de violencia y militarización de la sociedad”, al tiempo que destacaba las asociaciones de la denominación con grupos violentos, catalogados como terroristas por la comunidad internacional, como el caso de las FARC y el ELN.
El presidente de la Fundación Arturo Uslar Pietri, Antonio Ecarri, y los secretarios juveniles de Acción Democrática y Copei Partido Popular, Francisco Vera y Juan Daniel Tapia, respectivamente, también apuntaron al fomento de la división, de la anarquía y la inseguridad que genera la creación de estos comandos, e instaron al Gobierno nacional a ocuparse de los verdaderos problemas que aquejan a la educación en nuestro país.
En tal sentido, Ecarri expresó con cierta vehemencia en su rueda de prensa del pasado miércoles: “Señor ministro Navarro, ocúpese del déficit de maestros que hay a nivel nacional, que asciende a 250.000; de la deserción escolar y de las condiciones de la escuelas, comenzando por el propio Fermín Toro que usted visitó, cuyas canchas están severamente deterioradas, en vez de estar sacando a los niños de la escuelas para hacerle propaganda política a su partido”.
Magisterio en desacuerdo
Los distintos voceros de la Unidad hacían también un particular llamado a los maestros, guías fundamentales de la formación de los jóvenes y “principales responsables de la aplicación de este plan”, según Ecarri.
La reacción llegó de la mano de la Federación de Trabajadores Sindicalizados de la Educación (Fetrasined) este viernes 16. “Los maestros y profesores de distintos planteles públicos con quienes hemos conversado han rechazado categóricamente esta medida y no se van a prestar a esta artimaña del Gobierno”, sostuvo José Miguel Rodríguez, secretario de esta organización gremial, acotando que muchos docentes, particularmente aquellos que están bajo nombramiento interino, están recibiendo presiones. “Nosotros sabemos que el objetivo final de esto es ideologizar a nuestros hijos. Pero el ministro sabe que los educadores representan un escollo para sus planes. No somos eunucos políticos”, puntualizó Rodríguez, parafraseando al maestro Luis Beltrán Pietro Figueroa.
El sindicato, por demás, ratificó en rueda de prensa la ilegalidad de la medida “que no solamente viola la Lopna, la LOE, la Constitución, sino también la Declaración de los Derechos del Niño de la ONU, la cual postula que todo infante debe ser protegido de toda práctica que promueva la intolerancia y la discriminación”.
En ese sentido, rechazaron que los estudiantes sean utilizados como “carne de cañón” y que se les coloque como modelo a “famosos guerrilleros” como Ernesto Che Guevara o el vietnamita Ho Chi Min. “La palabra guerrilla no debería ser aceptada por un gobierno democrático, y da realmente vergüenza que se auspicie desde el Poder Público Nacional, cuando es un término insurgente”, destacaron los directivos de Fetrasined.
Asimismo, el gremio docente llamó la atención del ministro de Educación, Héctor Navarro, “quien en vez de avocarse a resolver los grandes problemas educativos que tiene el país, respalda cosas como éstas y grita consignas como “¡No volverán!”. Según Rodríguez, vocero del grupo, hay docentes que desde el año 2005 no cobran sus prestaciones sociales y más de 160.000 profesores aún no reciben la titularidad de sus cargos. “Por lo demás, la mayoría de nuestros liceos no están bien dotados y están en el suelo”.
De esto justamente resiente Maulenis Rojas, docente de la UE Aníbal Méndez Carballo de Nueva Tacagua, cerro arriba en Catia. “Aquí falta un maestro de cuarto grado, las cloacas están colapsadas y cerca hay un botadero de basura. Ni siquiera llegan los desinfectantes desde hace varios meses. El ministro sabe todo eso, pero no hay respuestas. En cambio, se plantea esto ahora de la guerrilla comunicacional, que aquí, a esta escuela, no se ha implantado todavía, pero de llegar seguro traerá más problemas al docente. Por lo que he leído eso incita al niño a la violencia, y más bien lo que debemos darle es educación para convivir en paz”, ejemplarizó.
El pueblo espera respuestas y no más conflictos.
Fotografía tomada del portal REBELION.ORG
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