La mujer del Cesar...

La mujer del Cesar...: "

Yo no creo que Santos o algún otro Presidente arregle sus asuntos más cruciales de interés nacional o privado con visitas oficiales. La mayoría de cosas se arreglan con lobby, por teléfono y cuadran el futuro de un país sólo intimando con embajadores de socios poderosos.

Es así en altas esferas y a los ciudadanos no nos llega la razón real de una cosa u otra, del por qué se hacen oficiales algunos asuntos, eso es reserva de poderosos y su información privilegiada. Y aunque a todo el que escribe le encanta especular acerca de decisiones de políticos, ese acierto es una mera apuesta de proximidad, no olvidemos que sólo quien decreta un hecho sabe qué le impulsa y pretende con ello.

En el caso de un Presidente, esas decisiones que se publican son legítimas per se, pero han de ser comprensibles para que además sean asimiladas. Muy a pesar de Santos, un país no puede ser visto como ente privado. En una empresa o industria, el dueno o accionistas son autónomos y nadie puede públicamente objetar sus decisiones; pero en un país, toda forma de ambigüedad genera rechazo y desconfianza.

No son impresiones, entiéndase que cuando todo el que escribe: Columnista, escritor, periodista, académico, blogger, twitter o gente de Facebook 'entiende mal' creedme que, o el Presidente no se está comunicando bien o en realidad todos tenemos la razón.

El asunto viene porque más allá de la escaramuza Santos Vs Uribe. Según Santos es producida por nuestra fértil imaginación pero a mí sí me pareció muy real. No hay que ser adivino para advertir que el Presidente se aburre de tanta crítica y explotó como todo cristiano, obvio que al día siguiente aclara (Como excusándose) que todo el país lo entendió mal. Me fastidia en lo personal que nadie pueda definir hasta ahora su linea de acción pasados ocho (8) meses, y quién lo diría, termina pareciéndose a su tan criticado y burlado Mockus.

Y no, nadie le entiende mal, es el Presidente el que no sabe comunicarse o efectivamente echa por la borda el país seguro que recibió. No olvidemos aquel sobre-explotado dicho de que 'La mujer de César no sólo debe ser honrada, además debe parecerlo'.

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